Un grupo liderado por el activista de privacidad Max Schrems presentó el lunes quejas ante las autoridades de protección de datos alemanas y españolas sobre la herramienta de seguimiento en línea de Apple, alegando que permite a los iPhones almacenar los datos de los usuarios sin su consentimiento en violación de las normas europeas.
Es la primera acción importante de este tipo contra el grupo tecnológico estadounidense en lo que respecta a las normas de privacidad de la Unión Europea.
Apple no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El gigante tecnológico californiano dice que ofrece a los usuarios un nivel superior de protección de la privacidad. La compañía había anunciado que endurecería aún más sus reglas con el lanzamiento de su sistema operativo iOS 14 este otoño, pero en septiembre dijo que retrasaría el plan hasta principios del próximo año.
Las quejas del grupo de derechos digitales Noyb se presentaron contra el uso por parte de Apple de un código de seguimiento que se genera automáticamente en cada iPhone cuando se configura, el denominado Identificador de Anunciantes (IDFA).
El código, almacenado en el dispositivo, permite a Apple y a terceros rastrear el comportamiento en línea y las preferencias de consumo de un usuario, algo vital para usuarios como Facebook para poder enviar anuncios dirigidos que interesarán al usuario.
“Apple coloca códigos que son comparables a una cookie en sus teléfonos sin el consentimiento del usuario. Esta es una clara violación de las leyes de privacidad de la Unión Europea”, dijo el abogado de Noyb, Stefano Rossetti.
Rosetti se refirió a la Directiva de privacidad electrónica de la UE, que requiere el consentimiento previo del usuario para la instalación y el uso de dicha información.
Las nuevas reglas planeadas por Apple no cambiarían esto, ya que restringirían el acceso de terceros, pero no el de Apple.
Apple representa uno de cada cuatro teléfonos inteligentes vendidos en Europa, según Counterpoint Research.
Los reclamos se hicieron en nombre de consumidores individuales alemanes y españoles y se entregaron a la autoridad española de protección de datos y su contraparte en Berlín, dijo Noyb, un grupo de defensa de la privacidad dirigido por el austriaco Schrems que ha luchado con éxito en dos juicios históricos contra Facebook.
En Alemania, a diferencia de España, cada estado federal tiene su propia autoridad de protección de datos.
Ambas autoridades no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Rossetti dijo que la acción no se trataba de multas elevadas, sino de establecer un principio claro según el cual "el seguimiento debe ser la excepción, no la regla".
“El IDFA no solo debe restringirse, sino eliminarse permanentemente”, dijo.
Las autoridades nacionales de protección de datos tienen el poder de multar directamente a las empresas por infringir la legislación europea en virtud de la Directiva de privacidad electrónica.
Noyb, que ha presentado varias denuncias contra Facebook y Google en Irlanda y se quejó de que la comisión nacional de protección de datos ha tardado en tomar medidas, dijo que esperaba que las autoridades españolas y alemanas actuaran más rápidamente.
